miércoles, 31 de marzo de 2010

Bottega Verde Máscara a la toronja opacante para pieles mixtas

Esta es la primera mascarilla facial de Bottega Verde que pruebo, aunque tengo por aquí otra de fresa de la que he leído muy buenas opiniones. En mi penúltimo pedido compré el contorno Aqua2O con un descuento y me faltaban unos pocos euros para llegar al precio mínimo necesario para hacer la compra, de modo que añadí dos mascarillas monodosis al carrito, pues no quería gastar mucho dinero y en ese momento no necesitaba nada más. La he usado estas últimas semanas y a continuación os cuento mi experiencia con ella.

Los problemas de mi piel

Desde el pasado verano me salen bastantes granitos y tengo la piel más grasa. ¡Parece que he vuelto a la pubertad! En las últimas semanas parece que lo tengo más controlado, pero aun así no puedo dejar de usar productos específicos para este tipo de piel. No sé a qué se debe este cambio, pero sospecho que podría ser por haber dejado de usar un tónico de Clean & Clear. En su momento me parecía que iba bien (granos no tenía), pero mucha gente ha tenido malas experiencias con esta marca y a saber si me hizo algún efecto negativo.

Bueno, a lo que iba. Escogí esta mascarilla porque está indicada para pieles mixtas y grasas. Promete regular la producción de sebo y cerrar los poros. De entre las mascarillas monodosis me parecía la más adecuada para mi piel, de modo que no me lo pensé y la añadí al carrito enseguida. Sé que una mascarilla, por si sola, no va a cambiar mi piel a largo plazo, pero sí que puede ser una ayuda para mejorar la piel un día determinado.


Presentación

Estamos hablando de una mascarilla monodosis, de modo que su presentación es en un sencillo sobre con la imagen de un pomelo partido por la mitad. Prefiero las mascarillas en este formato, principalmente porque

me permiten probar una mayor variedad de mascarillas faciales en menos tiempo. Económicamente salen mejor las que van en tubo o tarro, pero como las mascarillas monodosis tampoco es que sean caras no tengo problema en comprarlas.

Cada unidad de mascarilla de pomelo contiene dos sobres de 6 ml cada uno. Aquí tenemos un problema: cada sobre da para más de una aplicación, pero la cantidad es un poco justa para dos. Lo ideal sería que llevaran unos 7,5 ml, como las mascarillas de Rilanja que os he comentado alguna vez. Pero vaya, que si controlamos la cantidad tenemos para dos aplicaciones.

El precio es de 1,99€. Dicho así no es caro, pero en comparación con las de Rilanja sí lo son: esas no llegan al euro y traen más cantidad. De todas formas, no voy a poner como inconveniente el precio porque tampoco lo considero exorbitado.


Características

Lo primero que me sorprendió es la textura de la mascarilla. Las he probado de color blanco, verde, con partículas exfoliantes, suaves, pegajosas, etc. Pero hasta ahora no había probado ninguna que fuera un gel transparente. Me parece una textura muy agradable y cómoda de usar, se extiende con facilidad y no resulta molesta en ningún momento. Según nos cuentan en su página web, el gel no contiene aceites y su función es contrastar los fenómenos que suelen caracterizar las pieles impuras.

En cuanto a su aroma, se aprecia claramente el olor a pomelo, como es lógico. Esta fragancia no me gusta, pero se puede soportar, así que ningún problema.

Respecto a su composición, tenemos lo siguiente:

- Extracto de pomelo, rico en vitaminas y con propiedades astringentes, nutrientes y purificantes. Antes de usar esta mascarilla ya había oído de varias líneas para pieles mixtas/grasas que lo contienen por sus beneficios para este tipo de piel, pero creo que yo aún no había probado ninguno.

- Aceloglicina, un principio activo con actividad seboreguladora, antimicrobiana, hidratante y elastizante. Actúa como antibactérico y como inhibidor de una enzima causante del acné.

- Laricyl. Se trata de una sustancia extraída de un hongo que tiene capacidad de mejorar el aspecto de la piel por sus propiedades tonificantes y astringentes. Reduce los poros, vuelve la piel más elástica y además tiene propiedades hidratantes.

- Natrulon H-10, un derivado del glicerol que forma una capa para retener el agua en la piel, de modo que ésta se mantenga hidratada.

Con estos principios activos la mascarilla pinta la mar de bien. Promete regular la producción de sebo y restringir los poros, para tener una piel perfecta de la mañana a la noche.


Modo de aplicación

El modo de aplicación es muy sencillo. Sobre la piel limpia hay que extender el gel, evitando el contorno de ojos y labios. Se deja reposar unos 10-15 minutos sin dejar que se seque (a mí nunca se me ha llegado a secar en 15 minutos), y a continuación la aclaramos. Los de Bottega Verde recomiendan aclararla con una esponja húmeda, pero yo la aclaro directamente con agua y he observado buenos resultados igualmente. Os recomiendo que uséis la mascarilla después de haberos exfoliado el rostro, así sus efectos se potencian.

A continuación, aplicamos el tónico y seguimos con nuestra rutina de belleza habitual (crema hidratante, etc.).


Resultados

Los resultados de esta mascarilla son muy buenos. La sitúo al mismo nivel que la mascarilla a las sales del Mar Muerto de Rilanja, de la que os hablé hace un mes. A día de hoy, estas dos son mis favoritas en lo que a mascarillas para pieles impuras se refiere.

En primer lugar, ayuda a secar los granos y previene su aparición en las próximas horas, algo que como comprenderéis valoro muchísimo. La primera vez que la usé tenía la piel bastante mal (en otras palabras, que los granos estaban en su pleno esplendor), en un estado en el que otras mascarillas no me han hecho absolutamente nada, y con esta de pomelo la piel se me quedó muy bien. Al día siguiente los granos estaban secos y no había ninguno nuevo, una maravilla, vaya.

En general, se nota que realmente controla la grasa y deja la piel más mate. Los poros están mucho más limpios, los puntos negros casi no se notan (incluso los de la nariz, que es la zona donde los tengo peor). La piel está mucho más mate, sin brillos. Tampoco tengo la sensación de que vayan a salir nuevos granitos, la deja seca y lisa. Con esta mascarilla la piel se ve muy limpia, con aspecto más bello y sano. Parece un efecto obvio de cada máscara facial, pero no todas lo cumplen.

Dejando a un lado los efectos específicos para pieles mixtas y grasas, he notado que tras aplicarme la mascarilla mi piel está mucho más clara y luminosa, se nota la diferencia con respecto a antes de ponérmela. Deja muy buen aspecto, me veo bien después de usarla.

Quiero destacar también que me encanta su textura en gel y me resulta muy agradable usarla por este motivo. Se extiende con muchísima facilidad, es un gel fresco y cómodo de aplicar. Una gozada para las pieles impuras como la mía. No hace falta que diga que no he notado ningún efecto adverso en la piel después de usar la mascarilla, ni tampoco noté picores o enrojecimiento mientras me la aplicaba. A decir verdad, no le veo ningún defecto al producto: deja la piel estupenda.

Si la comparo con otras mascarillas faciales con las mismas indicaciones que esta (regular la grasa y demás), esta de pomelo se sitúa entre mis favoritas junto a la mascarilla a las sales del Mar Muerto de la marca Rilanja que os comentaba antes. Los efectos de ambas máscaras son muy similares, las dos están indicadas para pieles mixtas/grasas y ayudan a regular el exceso de sebo y a secar los granitos. La diferencias entre ellas residen en el precio (la de Rilanja no llega a 1€) y en la textura, puesto que la de sales del Mar Muerto es blanca y cubriente, y la de pomelo es en gel. De todas formas, las dos son muy fáciles de aplicar. Si habéis probado una y os fue bien, os recomiendo la otra, pues sus resultados son prácticamente iguales.

En comparación con la mascarilla para pieles impuras de Deliplus, la de Bottega sale ganando. No es que la de Deliplus sea mala, pero a mi parecer se queda un poco corta en cuanto a resultados. Quizá en una piel menos grasa va bien, pero yo echo de menos que controle mejor la grasa y ayude un poco con el tema de los granos. Además, la textura de la de Deliplus no me gusta nada: es ligera, pero pegajosa, y cuesta bastante de extender. Sin duda me quedo con las de Bottega Verde y Rilanja.


Conclusión

Estoy contenta con la mascarilla. Desde hace un tiempo no siento el mismo interés por Bottega Verde que cuando descubrí la marca, hace casi tres años, pero gracias a esta mascarilla he vuelto a sentir ganas de seguir probando cosas suyas. Mi experiencia con ella ha sido muy positiva: ayuda a secar los granitos, regula el exceso de sebo y deja la piel muy limpia y luminosa. Por sus indicaciones es adecuada para pieles mixtas o grasas. La considero una de las mejores que he probado hasta el momento.

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