viernes, 16 de julio de 2010

Bottega Verde Crema Anticelulitis con Barro del Mar Muerto

Crema-barro anticelulítico: Presentación

Las cremas anticelulíticas, por lo menos las que yo he probado, suelen presentarse en tubo. En este caso no es así, y esta crema nos viene en un tarro de plástico azul como el que veis en la foto. Muy mono, pero como todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

El problema que les veo yo a este tipo de envases (igual que ocurre con las mascarillas para el cabello) es que es fácil que se te vaya la mano y cojas más producto del que realmente necesitas, especialmente si no estás acostumbrada a usarlo, aunque esto a los fabricantes ya les va bien. Además, al destaparlo para ir cogiendo crema la crema del bote queda en contacto con el aire un buen rato, y no sé hasta qué punto puede influir esto en la acción de los principios activos. Si sólo te la pones en una zona vale, coges la crema y puedes cerrar el bote rápido, pero si la aplicas en varios sitios, y además cada uno con su masajito pertinente, y todo esto cada día... No sé yo si podría tener alguna consecuencia.

Contiene 200 ml de crema, que es lo que suelen llevar todas. Su precio normal (24,99€), por lo tanto, no se aleja en absoluto de lo que suelen costar este tipo de cremas. De todas formas, si se puede conseguir en oferta, mejor.

La crema y sus principios activos

Para empezar, es importante ver que su nombre no es "crema anticelulítica", sino "crema-barro anticelulítica". Y ese componente de "barro" sin duda se nota (y yo reconozco que me sentí tentada por la crema gracias a él, porque no había probado nada de este tipo). La textura de la crema no es ligera, es mucho más grasa que otros anticelulíticos y esto se debe a este componente.

La crema es de un color beige que no es precisamente bonito, pero para una crema, ¿qué más da el color que tenga? El olor es bastante fuerte, supongo que huele a los barros del Mar Muerto, aunque tampoco lo puedo asegurar porque no sé cómo huelen xD. Lo que está claro es que no es el típico olor de crema hidratante. Quizá a algunas personas el aroma no les gusta, pero a mí, aunque al principio me pareció un poco fuerte, me ha acabado gustando, lo percibo agradable. Por lo que dicen en la información sobre el producto, el aroma es una mezcla de aceites esenciales específicos para tratar la celulitis, con poder energizante y estimulante. Curioso que digan que la composición del aroma también combate la celulitis, ¿verdad? Respecto a los efectos estimulantes y energizantes, estos sí que me los creo más, un aroma fuerte como este suele transmitir energía.

La textura es suave y untuosa, fácil de repartir por el cuerpo. Ah, y algo importante, a pesar de lo que pueda parecer, con poquita cantidad hay de sobras. Y os lo digo yo que el día que empecé a usarla se me fue la mano y me pasé, desde entonces vi que con un poquito da para mucho. Lamentablemente, al no tratarse de una crema ligera, tarda bastante en absorberse, varios minutos. Supongo que es algo de esperar si tenemos en cuenta que es una crema-barro, así que tampoco voy a crucificar la crema por esto.

Ya entrando en los principios activos, de esta crema hay que destacar los siguientes:

- Cafeína: no es la primera crema que leo que contiene este elemento. Como ya sabemos, la cafeína acelera el metabolismo y en este caso concreto promete facilitar la eliminación de grasas para remodelar la silueta. A recalcar el "promete".

- Extracto de zanahoria: tiene el mismo objetivo que la cafeína, remodelar. Este ingrediente ya me parece más curioso, no recuerdo ninguna crema que haya probado que lo lleve.

- Extracto de acebo: el acebo es un árbol y por lo visto tiene propiedades beneficiosas para tonificar el cuerpo.

- Fangos del Mar Muerto: no podía faltar este "componente estrella" del producto, por algo aparece en el nombre. Su efecto consiste en combatir la celulitis.

La composición sin duda es atractiva y llamativa. Otra cosa es que funcione...

Modo de aplicación

Se aplica como cualquier crema anticelulítica. Cogéis un poco de crema, la repartís por las zonas donde tengáis celulitis, y os dais un suave masaje con movimientos circulares hasta que la crema acabe en absorbse. Que en este caso, pese a lo que dicen en la caja, se tarda unos minutos más que con otras cremas. Aunque sea una crema-barro después de usarla no hay que aclararla con agua. En este aspecto es más cómoda que usar un barro a secas.

Yo me la aplico una vez al día normalmente antes de acostarme, pero también va muy bien aplicarla después de la ducha. Y esto vale para cualquier tipo de crema, en esos momentos la piel está mucho más receptiva.

Efectos: Ni la mejor ni la peor

Siempre que hablo de cremas anticelulíticas me repito bastante en un aspecto, pero es que éste es mucho más importante que el uso de la crema en sí para combatir la celulitis: hay que cuidar la dieta y hacer algo de ejercicio si queremos ver resultados. No hace falta ponerse a régimen, pero beber más agua, tomar alimentos ricos en fibra, evitar las grasas, etc. ayuda mucho. Bueno, es que más que ayudar, si coméis muchas porquerias y además no os movéis ni esta crema ni ninguna otra hará nada, los milagros no existen, y la crema siempre es algo que ayuda, pero no que lo haga ella sola ;)

La celulitis es una alteración natural de la piel que se da en prácticamente todas las mujeres, sólo que unas tienen más que otras, y también en algunos hombres, aunque en ellos no se nota tanto. No existe un remedio natural 100% efectivo para eliminarla, pero la dieta, el deporte, y alguna crema que vaya bien, pueden ayudar a reducirla un poco.

Respecto a las cremas, no se puede pedir que tengan un efecto inmediato, hay que tener paciencia y sobre todo ser constante y no dejarlo a la mínima que veáis que no hace nada. En el caso de esta crema-fango, yo empecé a notar un poco de efecto pasadas dos semanas. La celulitis se había reducido un poquitín, muy poco en comparación con otras cremas en las que sus efectos, sin ser milagrosos, son mucho más notables.
 Otro aspecto que me ha decepcionado es que como reafirmante de la piel se queda muy corta. La mayoría de cremas anticelulíticas que he probado, tanto si eliminan o no la celulitis, son excelentes en lo que a reafirmar se refiere. Y si una crema anticelulítica ya me falla para reafirmar, muy bien no la veo. Esta de Bottega Verde reafirma un poco sí, reafirma más que eliminar celulitis, pero menos que otras cremas.

A su favor tengo que decir que es muy hidratante y deja la piel suave, no es necesario usar crema hidratante por las zonas donde la apliquéis. Pero es que, de todas formas, qué queréis que os diga, para tener una crema hidratante me compro una crema hidratante y no una anticelulítica, que seguro será mucho más barata.

Después de aplicarla no he notado ningún cosquilleo en la piel como me ocurre con los geles de efecto frío y calor de Deliplus y que me hacen estar segura de la acción que tienen. Aun así, hay muchas cremas con las que no noto nada al aplicarla pero después sí que se ven los resultados. Este punto tampoco lo veo muy importante.

Y sobra decir que, en esta época, he seguido haciendo la misma vida de siempre. Una dieta normal, y ejercicio de vez en cuando. Si con este estilo de vida con otras cremas veo más efectos que con esta, está claro donde está el fallo, ¿no?

En conclusión, me parece una crema muy poco efectiva para combatir la celulitis que es lo que nos interesa, y por ello no la recomiendo. Tampoco es la peor del mercado, algo hace, poquísimo, pero algo. Quizá si no hubiera probado muchas cremas anticelulíticas esta la vería bien, pero cuando pruebas, comparas, y cada vez eres más exigente con las cosas. Lo bueno que tiene es el precio con descuento, 12,90€, aunque sinceramente prefiero pagar los 20€ de una crema de farmacia más efectiva. No os la recomiendo.

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