jueves, 19 de mayo de 2011

Lush Stepping Stone

Exfoliante Stepping Stone

Esos «pies» verdes que veis en la foto son las pastillas de exfoliante Stepping Stone, una estética de lo más curiosa y llamativa. Mi porción pertenece a una muestra, así que está cortada de una de las barritas y no tiene una forma definida. En la tienda me la guardaron en una bolsa de papel (ya sabéis que aquí todo se hace a favor del reciclaje y la reducción del número de envases de plástico). Cada unidad contiene 75 g de producto (que deben de durar una barbaridad, porque a mí el trozo pequeño me está cundiendo muchísimo) y cuesta 4,35 €. Nada caro: los exfoliantes sólidos son uno de los artículos de Lush que están mejor de precio, igual que los jabones.

Porque, en efecto, Stepping Stone es un exfoliante sólido. ¿Y qué tiene esto de particular? Si un exfoliante normal se caracteriza por mezclar gel (o algo parecido) con partículas exfoliantes, cuando hablamos de uno sólido nos encontramos con que el exfoliante está hecho a base de gránulos que se encargan de suavizar la piel, sin ningún líquido que facilite su deslizamiento por nuestro cuerpo. Esto tiene sus pros y sus contras, que ya analizaré más abajo. Por lo demás, está hecho a base de sal marina y piedra pómez para exfoliar, manteca de cacao y aceite de jojoba para aportar suavidad, y polvo de licopodio (una planta) para desodorizar. Sus partículas son más pequeñas que las de un exfoliante corporal, pero se notan. Es apto para veganos, y desprende un aroma ligeramente mentolado.

Cómo se utiliza

Los exfoliantes se utilizan sobre la piel mojada, así que lo más recomendable es reservar su uso para la ducha (o para los momentos en los que tengáis los pies hechos polvo y los pongáis en un barreño con agua fría/caliente, que no sé vosotros pero yo suelo hacerlo siempre que camino mucho). Algunos también funcionan como gel limpiador, pero no es el caso de este de Lush, así que aseguraos de usar un producto que limpie la piel igualmente (da igual que lo hagáis antes o después del exfoliante, aunque yo prefiero esto último para retirar posibles restos de exfoliante que quedaran por ahí).

Dicho esto, hay varias formas de utilizar el Stepping (es lo bueno de los productos «naturales» y puros como los de Lush, que generalmente permiten varias formas de aplicación, al gusto de cada compradora). Una es la que nos sugieren ellos: cortar un trozo de la pastilla (o directamente coger la pastilla entera) y frotarla sobre los pies húmedos. Insistir en las zonas con más durezas, y a continuación aclarar. ¿Problemas que le veo yo? La pastilla es sumamente frágil, y a la mínima que la frotes, se rompe y deja caer muchísimo «polvillo» del propio exfoliante, a veces pasa con solo cogerla, sin necesidad de restregarla. Estos restos también sirven para exfoliar, así que si se os caen en la mano los podéis guardar; lo malo es cuando se depositan en la bañera, porque además lo dejan todo perdido.

¿Qué solución he encontrado yo para sacarle más partido? Para empezar, olvidaos de coger la pastilla y frotar: es mucho mejor coger el polvillo que va soltando, porque además se necesita muy poquita cantidad para exfoliar y con eso podemos ir tirando perfectamente. Seguidamente, podemos hacer dos cosas: o frotar las partículas directamente sobre el pie mojado, o mezclar el exfoliante con gel de ducha sobre la esponja y emplearlo como un producto convencional. Este último método va genial: no se desperdicia nada, y además se extiende mucho mejor por la piel gracias a la presencia del fluido. Es casi como tener un exfoliante normal, vaya.

Si lo mezcláis con gel, además, puede serviros como exfoliante corporal, ya que ahora las partículas no actúan de forma tan «dura» como si se frotara la pastilla sobre la piel. Es cierto que algunos de sus ingredientes se relacionan más con el cuidado de los pies y lo ideal sería tener un exfoliante para cada cosa (pies y cuerpo); no obstante, puede ser una idea para salir de un apuro, como me ha pasado a mí. 

Importante: en NINGÚN CASO metáis la pastilla bajo el grifo, o ya le podéis decir adiós porque con se deshará en un santiamén.

Después de usarlo, envuelvo el exfoliante con papel film o transparente (nada de la bolsa de papel en la que venía, porque quedaría más exfoliante suelto por ahí que en la pastilla). Vale la pena esmerarse y guardarlo bien, no vaya a ser que luego nos encontremos el cajón de color verde… ¡Ah! Y no olvidéis aplicar una buena crema hidratante en la zona para completar el tratamiento.

Resultados

La verdad es que estoy muy satisfecha con el Stepping Stone. Para haberlo probado a través de una muestra —de otro modo difícilmente me habría fijado en él, porque todavía tengo un tubo de exfoliante para pies de Deliplus, y no es que lo use mucho—, sin esperar nada especial de él, he quedado bastante contenta y no descarto repetir en el futuro (un futuro muy lejano, porque anda que no cunde).

El exfoliante realmente cumple con su función: suaviza las durezas y mejora el aspecto de los pies. Con un solo uso se aprecian mejoras, pero si vuestras durezas son severas tendréis que ser constantes para acabar con ellas del todo. Hay mucha gente que se queja de los cosméticos y dice que no hacen nada, pero luego ves que los usan de uvas a peras y claro, milagros tampoco van a hacer. En los productos para pies (exfoliantes, cremas o lo que sean), la constancia es importantísima, ¡usarlos una vez al mes no sirve de nada! Con respecto a sus propiedades desodorantes, yo no noto nada porque no tengo problemas de sudor excesivo, pero si ese es vuestro caso podéis tener el dato en cuenta. 

El único problema que me he encontrado con el Stepping son los inconvenientes que conlleva un exfoliante sólido (al menos este): no es tan cómodo de aplicar como uno normal, es frágil, se desperdicia producto, ensucia el baño… De todos modos, también tiene sus ventajas: un formato más ahorrador, no solo por el tema del envoltorio, sino porque a mi parecer cunde más que otros exfoliantes. Y por si fuera poco, su composición también es mucho más natural que la media. Ya he dicho que no me importaría adquirirlo de nuevo, así que con esto queda claro que he logrado acostumbrarme a su textura y no me supone un engorro utilizarlo.

Si lo comparo con los otros exfoliantes para pies que he probado, la verdad es que, más allá del tema sólido vs. líquido/cremoso, Stepping Stone no tiene nada que envidiarles. He usado los de Vichy Podexine y Deliplus (ambos muy recomendables), que también me suavizaban las durezas en la primera aplicación pero, como es obvio, requerían cierta constancia para eliminarlas. Ahora mismo, si me pidieran que recomendase un exfoliante específico para pies, aconsejaría este Stepping Stone o el de Deliplus (para quien no tenga una tienda de Lush cerca), pues los dos tienen un precio asequible y, lo más importante, funcionan.

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