martes, 5 de julio de 2011

Lush Marilyn Mascarilla


Marilyn, una mascarilla capilar

La mascarilla Marilyn se presenta en el sencillo tarro negro de plástico tan habitual en Lush, aunque yo la he probado mediante dos muestras que me sirvieron en sendos envases transparentes (en esta tienda no dan muestras en sobre, sino que te sirven la porción en un recipiente desechable o envuelta en papel, en el caso de los productos sólidos, lo que permite probar el artículo como Dios manda porque hay cantidad suficiente para más de un uso). Cada unidad contiene 225 gramos y su precio es de 12,75 euros. Sí, es cara, y podría traer más cantidad, pero como digo siempre, Lush ofrece muchos beneficios que otras marcas no tienen.

La mascarilla en sí es de color amarillo (más claro del que se ve en las fotos de la web), tiene una textura ligera para ser una mascarilla (tened en cuenta que la que uso habitualmente es más bien una manteca, así que a su lado casi cualquier cosa me parece liviana) y se extiende bastante bien por el cabello. Entre sus principios activos destacan la camomila, con propiedades calmantes y aclaradoras del tono en melenas rubias y castañas; el gel de lino, que nutre y suaviza; zumo de limón, para dar brillo, y finalmente azafrán, que aporta reflejos dorados. Lleva la etiqueta de apto para veganos, por lo que no contiene ningún ingrediente de origen animal, y os recuerdo que no contiene siliconas, al igual que el resto de productos capilares de Lush. Le noto un aroma alimonado, pero con una mezcla extraña, porque a ratos me huele bien y a ratos no tanto. De todas formas, como comentaré más abajo, la fragancia de Marilyn es lo de menos porque luego no se nota.

Sabéis que Lush no escoge los nombres de sus productos al azar. En este caso, Marilyn, con ese tono amarillo y su alto contenido en camomila, solo podía hacer referencia al mito del cine: Marilyn Monroe. Un buen gancho para llamar la atención de las coquetas, no hay duda. La mascarilla está indicada para pelos rubios y castaños claros, y entre sus promesas destacan el brillo, el volumen y un acondicionamiento total del pelo. No nos vamos a convertir en Marilyn por usarlo, pero si cumpliera estas cosas no estaría nada mal, ¿verdad?

Modo de aplicación

A diferencia de la mayor parte de mascarillas capilares (al menos las que yo he usado toda la vida), esta se aplica antes de lavar el pelo. Tenemos que extenderla generosamente por la melena seca (yo aprovecho para pasar el peine, así se reparte mejor) y dejarla actuar unos quince o veinte minutos antes de aclarar. Supongo que habrá gente que la deje más rato, como con las mascarillas convencionales, aunque yo con un cuarto de hora tengo más que suficiente para observar resultados. Después de eso, podemos lavarnos el pelo con normalidad, con nuestro champú habitual. Y al igual que otros productos similares, lo recomendable es usarla de forma periódica, una vez a la semana o cada quince días, por ejemplo.

Resultados

En el momento de aclarar el pelo noté el primer efecto: una suavidad extrema. Tengo el pelo fino y seco, por lo que me vienen genial los productos capilares que hidratan y nutren en profundidad. Con Marilyn no tenía grandes expectativas en este aspecto porque de entrada parece que destacarán más sus efectos de volumen y brillo, así que los resultados han sido una grata sorpresa para mí. Una vez seco, la melena sigue suave y nutrida, de modo que la mascarilla cumple perfectamente su función. No tiene nada que envidiar a las específicas para cabello seco.

En segundo lugar, Marilyn me deja el pelo muy desenredado, no he necesitado usar productos complementarios para tal tarea en las dos veces que me la he aplicado. Os advierto que llevo el pelo muy largo, y entre unas cosas y otras se me suele enredar con suma facilidad, así que me maravilla que sea tan efectiva incluso en cabellos complicados.

Por otra parte, la mascarilla cumple otra de sus promesas: en efecto, aporta bastante brillo, aunque en este punto he encontrado otros artículos con unos resultados similares. Dentro de Lush, el champú Sublime da aún más brillo gracias a la sal marina que contiene; en otras marcas, los productos de las líneas de camomila y pulpa de cidra de Klorane también me han ido muy bien a la hora de dar luz al cabello. Hago estas comparaciones para que tengáis alternativas en el caso de que no tengáis una tienda Lush cerca o no os gusten los productos con camomila.

Hablemos ahora de sus supuestos efectos para aclarar el tono. De entrada, tengo que deciros que mi pelo es de un color castaño de lo más común (ni siquiera castaño claro, se me ha oscurecido con los años), y si uso productos con camomila no es para aclararlo, sino porque en general me van bien y noto que le aportan mucho brillo. En el caso de Marilyn, no he apreciado que me lo aclare, pero claro, solo lo he usado dos veces. Con un uso continuado podréis conseguir un tono parecido al que queda después de tomar el sol. Nada más: esto no es un tinte; si queréis volveros rubias mejor que busquéis otra cosa, que la acción de la camomila es muy sutil.

A decir verdad, no le encuentro ningún defecto a la mascarilla. Me va fenomenal y, al contrario de lo que se podría pensar, no me ha engrasado nada y el pelo me dura limpio el mismo tiempo que siempre (claro que de por sí me dura bastante, en un cabello graso no sé qué tal irá). Lo único que le puedo objetar es que la promesa del volumen no se cumple en mí: veo mi pelo igual, ni con más volumen ni con menos. De todos modos, como al llevarlo tan largo sé que es muy difícil darle un volumen a lo Marilyn, no se lo tengo muy en cuenta. Con que no me lo aplaste más de lo que está, me basta. Quizá en una melena más cortita funcione mejor.

1 comentarios:

Cassandra dijo...

pues luce genial!!!

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