miércoles, 14 de julio de 2010

Bottega Verde Sombra de ojos Mousse

Reconozco que soy algo reacia a probar maquillaje de marcas cosméticas que en un principio están más especializadas en otro tipo de productos. Siempre pienso lo mismo: con marcas como L'Oreal, Maybelline, Max Factor y otras tantas con tanta variedad donde elegir a precios razonables, ¿para qué comprar productos mucho más básicos en Yves Rocher, Bottega Verde y similares? Aun así, en mi primer pedido a Bottega Verde, por Internet, encontré unas sombras que me parecieron preciosas y no me pude resistir. Antes de usarlas seguía sintiendo cierta desconfianza, no esperaba un gran acabado por parte de una marca más dedicada a los productos de cuidado corporal, pero aun así me alegro de haber corrido riesgos porque he encontrado un producto estupendo.

Hablando de las sombras de ojos en general, tengo que decir que son un producto que me encanta, el que más, junto con los labiales. Para diario sólo las utilizo de vez en cuando y con acabados mates y discretos, pero para salir me gustan brillantes y con acabados que se noten y favorezcan la mirada. Me gustan especialmente los tonos rosas y verdes, porque al tener los ojos marrones creo que me favorecen bastante, pero aun así por el tema de combinar bien muchas veces acabo tirando por los tonos tierra, que van bien con prácticamente todo. En este caso, escogí un tono con el que no tendría muchos problemas para conjuntar, y con el objetivo de tener una sombra en mousse con acabado brillante para las noches de fiesta.

Sombra en mousse Caramelo

El tono de esta sombra es muy bonito, y a mi parecer queda bien con cualquier prenda de ropa que te pongas, no hay que preocuparse de conjuntar. De todas formas, más adelante pienso adquirir más tonos, el dorado y el gris me tienen tentada.

Presentación
 
Ya sabéis que no me gusta juzgar los productos por su envase, pero en este caso la presentación de las sombras es rematadamente fea. En la foto que tienen puesta en Bottega el botecito parece hasta mono, pero yo cuando lo tuve en las manos pensé que me habían estafado con esa cosa tan pequeña y sencilla.

La sombra en cuestión viene en una cajita de cartón beige que no es precisamente bonita, pero teniendo en cuenta que Bottega Verde es una empresa preocupada por la naturaleza puedo entender que utilicen estos envases porque son reciclables. Lo que veo realmente mal es el botecito de la sombra: pequeñísimo (lo puedo sostener con el pulgar), transparente con una parte rosa, de un plástico no demasiado duro, y con un cierre que no me acaba de convencer. ¿Por qué? Pues porque después de usar la sombra hay que asegurarse que el bote quede bien cerrado para que no se seque la sombra, y este tipo de cierre de pestaña no me da la misma confianza que un tapón en rosca o una tapa normal.

 La cantidad de sombra que trae es de 4 ml, y estoy segura de que me va a durar mucho porque con poquita cantidad es suficiente para lograr un buen acabado en el párpado. El precio de cada sombra es de 9,99€, pero os recomiendo que esperéis a comprarlas con descuento. No me parecen caras en absoluto teniendo en cuenta los buenos resultados que ofrecen.

Aplicación
 
A pesar de que en todas partes leo que las sombras en mousse son las sombras del futuro por su facilidad a la hora de aplicarlas, al principio yo me veía algo torpe para tal tarea. Pero me equivocaba: realmente aplicar una sombra de estas características es muy fácil y más rápido que con las sombras convencionales. A mí no me importa dedicar el rato que haga falta a arreglarme, pero para cuando vas justa de tiempo estas sombras te pueden sacar de un apuro.

La sombra se aplica con el dedo y se expande sobre el párpado móvil. Con poquita cantidad tendréis suficiente, y no es necesario dar más de una capa para que quede bien. Además, al ser tonos tan brillantes, por sí solos ya proporcionan luz a la mirada y no es necesario usar un iluminador aparte. Más fácil y rápido imposible.
La sombra en sí

La sombra tiene una textura algo diferente a las de Maybelline. Es más fluida, recuerda bastante a un gel. Es muy fácil y agradable de aplicar, se adapta perfectamente al párpado y apenas hay que dar retoques para que quede bien. No sabría con cual de las dos sombras quedarme en cuanto a textura, puesto que aunque son diferentes ambas me encantan.

Respecto a su composición, la sombra contiene extracto glicólico de manzanilla, y Pantenol. La manzanilla tiene propiedades calmantes para la piel, por eso se recomienda bastante para pieles sensibles. El Pantenol es hidratante y se trata de la forma anterior de una vitamina necesaria para el cuerpo. No me suelo fijar en los ingredientes de las sombras de ojos, pero me sorprendió que estas tuvieran manzanilla. No sé si me equivoco, pero creo que no es un componente muy habitual. A su favor tengo que decir que, efectivamente, la sombra no me ha producido ninguna reacción alérgica ni me ha irritado ni resecado la piel.

En cuanto al tono, es un color caramelo, a medio camino entre el marrón y el rojizo. El tono que muestran en la página de Bottega es bastante fiel a la realidad, aunque un poco más claro. El tono no me parece ni especialmente claro ni tampoco oscuro. Puede parecer más adecuado para pieles morenas pero yo soy bastante blanca y me gusta como me queda.

El tono es muy brillante, por eso no me parece adecuado para el día a día y sí para las fiestas y demás salidas nocturnas. A pesar de que no se acaban de ver mucho las partículas brillantes, me parece un brillo más "apurpurinado" que metalizado. Personalmente me encanta como queda, favorece un montón y te alegra la mirada, incluso a los ojos pequeños y caídos como los míos. Según como te dé la luz unas partes se ven más claras que otras, y esto me gusta muchísimo, te da un acabado distinto al habitual que queda muy bien. El primer día que las usé, antes de salir de casa no podía dejar de mirarme los ojos porque me encantó como quedaba.

Antes de usarla pensaba que necesitaría dar más de una capa de sombra porque solamente con una creía que iba a quedar medio transparente y con un ligero brillo. Me equivocaba: con una sola capa de sombra basta y el acabado es cubriente: el párpado queda pintado de verdad, y con el tono que vemos en el bote, no con uno más suave. No he probado a aplicar más cantidad, pero es que no me parece necesario en absoluto.

Y si no hace falta aplicar más de una capa es porque la perdurabilidad con una sola es más que exquisita. Pasan las horas, te mueves, sudas, el ambiente está cargado… Pero la sombra se mantiene ahí después de 12 horas, ¡sin ninguna raya! Obviamente el tono no se ve tan vivo como antes, pero sigue cubriendo uniformemente todo el párpado y no pasa como con las sombras compactas que vuelves con una parte pintada, unas cuantas rayas y la otra parte del ojo sin maquillaje ya. Cuando volví a casa no me lo podía creer: las sombras de las que había desconfiado al principio no únicamente tenían un acabado excelente, sino que también aguantaban toda la noche sin necesidad de retoques. ¡Una maravilla!

Sólo un último apunte: si al final la compráis aseguraos de cerrar bien el bote para evitar que la sombra se seque. Sería una lástima.

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