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martes, 16 de agosto de 2011

Lush H'Suan Wen Hua Mascarilla

H’Suan Wen Hua, la mascarilla más vegetal de Lush

H’Suan Wen Hua es una de las mascarillas capilares más exitosas de Lush. Se presenta en un tarro de plástico negro con capacidad para 225 g de producto y cuesta 12,95 €, un precio un poco elevado para quienes estén acostumbrados a los artículos de supermercado, pero al lado de la mascarilla de farmacia que usaba anteriormente me sale bastante más barato. Su presentación no tiene nada de singular, sigue el mismo estilo que el resto de tratamientos para el cabello de la firma.

Una vez abierto el tarro (o en mi caso, el envase de la muestra) nos encontramos con una mascarilla de color beige y textura cremosa, fácil de untar por el cabello. Con el olor, hay opiniones encontradas: el aroma está inspirado en una ensalada, pero no en una ensalada con lechuga, tomate y vinagre, sino a una con plátano y otros ingredientes. A decir verdad, por mí misma no habría dicho que huele a ensalada, ni siquiera destacaría el plátano. Su fragancia me hace pensar en comida sana, pero no en una mezcla que coma habitualmente (supongo que no le pusieron un nombre oriental en vano). Y he de decir que me encanta, me resulta muy agradable. Sin embargo, en otras reseñas he encontrado que hay mucha gente que lo considera un punto negativo. Cuestión de gustos (y total, al aclarar ya no se nota).

Con respecto a su composición, contiene berro, que le aporta vitaminas; huevos frescos, que de toda la vida se ha dicho que van fenomenal para el pelo por su proteína; pasta de plátanos, de alto poder hidratante; aceite de oliva, muy nutritivo también, y otros ingredientes dignos de una ensalada como vinagre, aguacate y soja. Al llevar huevos, no puede ser un producto vegano, aunque sí es vegetariano (como todo lo de Lush, por otra parte). También tiene algunos componentes menos naturales, pero aun así da gusto aplicarse una mascarilla con tantos alimentos que nos resultan familiares, ¿verdad?

Por otra parte, todos los productos capilares de Lush se caracterizan por no llevar siliconas. ¿Qué son las siliconas? A grandes rasgos, las podemos definir como unos ingredientes que hacen que tu pelo luzca más bonito pero, eso sí, solo en apariencia (se pueden identificar por las terminaciones -cone, -xane y –conol). Se adhieren a él y lo suavizan externamente, pero no lo tratan en profundidad. Tampoco hacen daño (así que si usáis champús que las lleven no os tenéis que preocupar), pero si queréis tener un pelo mucho más sano es recomendable pasarse a los productos que no las llevan. En la red encontraréis mucha más información sobre sus características (ha sido uno de los temas cosméticos del año).

Volviendo a H’Suan Wen Hua, está mascarilla se recomienda para todo tipo de cabellos, aunque al ser tan nutritiva e hidratante me parece especialmente tentadora para cabellos secos y normales. De todos modos, a nadie le viene mal un extra de hidratación cada cierto tiempo. Si aun así no os convence, os recuerdo que en Lush también podéis encontrar la mascarilla Marilyn (da mucho brillo y desenreda el cabello, se aconseja para cabellos rubios y castaños), la Hair Doctor (indicada para desengrasar el cuero cabelludo y revitalizar las melenas apagadas), la Jasmin & Henna Fluff-Eaze (para pelos encrespados), la R&B (adecuada para cabellos rizados y ondulados) y finalmente una llamada Caricias (mima los cabellos más estropeados y apagados).

Modo de aplicación

Las mascarillas de Lush tienen una particularidad, y esta H’Suan Wen Hua no es una excepción: se aplica antes de lavar el pelo, es lo que se llama una mascarilla prelavado. Hay que extenderla generosamente por la melena seca (yo siempre paso el peine, así se reparte mejor) y dejarla actuar unos veinte minutos antes de aclarar. Supongo que habrá gente que la deje más rato, como con las mascarillas convencionales, aunque yo con un cuarto de hora tengo más que suficiente para observar resultados. Después de eso, podemos lavarnos el pelo con normalidad, con nuestros champú y acondicionador habituales. Lo recomendable es usarla de forma periódica, una vez a la semana si tenéis el cabello seco, y una vez cada quince días si lo tenéis normal, por ejemplo.

Resultados

Al principio no me hacía mucha gracia esto de aplicar la mascarilla antes de lavar el pelo, por el simple hecho de que no me gusta que me cambien los hábitos y llevo toda la vida liándome la toalla a la cabeza durante un ratito al salir de la ducha. No obstante, y como ya me ocurrió con Marilyn, he descubierto que el formato prelavado es mucho más cómodo que el convencional. Al aplicarla antes, cuando terminas de ducharte ya estás de verdad, no tienes que volver a aclararte el pelo. Me he acostumbrado rápido a este procedimiento y, sinceramente, ahora no me apetece volver a las mascarillas de siempre.

Antes de comentaros los resultados que observé tras su uso, quiero puntualizar una cosa: cuando pedí muestras, me llenaron tres vasitos de plástico (con el dineral que gasté ese día ya podían, ya…). Los he usado del siguiente modo: el primer día, solo gasté uno, por lo que el cabello no quedó del todo impregnado. La segunda vez decidí gastar los dos restantes, con el propósito de comprobar si así hidrataba más (aunque también corría el riesgo de que me lo engrasara). Así pues, os comentaré mis impresiones en cada caso, usando poca cantidad o mucha:

En el primer caso, la mascarilla me dejó el pelo bastante bien, pero no llegó a parecerme un producto de cinco estrellas (se habría quedado en un notable). Lo hidrató en profundidad, me facilitó el proceso de desenredado y le proporcionó buen aspecto en general. Sin embargo, la promesa de reparar puntas y asemejarse a un tratamiento capilar profesional no se cumplió del todo.

Con una aplicación generosa, los resultados me parecieron sublimes: cabello altamente hidratado y nutrido, muy suave y desenredado, con cuerpo y vitalidad, sin nada de grasa. Además, en un aspecto me sorprendió para bien: tal y como dicen, repara las puntas, las tenía mejor después de aplicar la mascarilla que antes (un efecto extraordinario, si me lo permitís). No noto que dé demasiado volumen ni brillo (en esto último me sigo quedando con Marilyn) pero, en relación con sus efectos hidratantes, creo que he encontrado la sustituta perfecta para la mascarilla de mango de Klorane que he usado durante años (y que tiene siliconas…).

Hablando de las siliconas, os recuerdo que si hasta ahora siempre habéis usado productos que las lleven es probable que necesitéis un periodo de adaptación para que vuestro pelo se acostumbre a no tenerlas. O en otras palabras, puede que de entrada los artículos sin siliconas no os den muy buenos resultados. Es cuestión de tener paciencia, pensad que a la larga vuestro pelo ganará en salud. Por mi parte, ya llevo unos meses alternando productos con y sin siliconas, así que mi melena se ha adaptado bastante rápido a estos productos y no he llegado a experimentar esta sensación de tener el pelo peor de lo que estaba antes.

En definitiva, una mascarilla maravillosa, me gusta incluso más que Marilyn, que es la que tengo ahora (cuando la termine compraré H’Suan Wen Hua, lo tengo clarísimo). Considero que cumple a la perfección lo que necesita mi pelo (que, como sabéis, es bastante seco): nutrición, suavidad y, sobre todo, ese efecto reparador de puntas y de todo el cabello en general. Vuelvo a destacar que, pese a haberla aplicado en abundancia, no me engrasó lo más mínimo y el pelo me duró limpio el mismo tiempo que siempre. Me parece una mascarilla cien por cien recomendable.


miércoles, 11 de agosto de 2010

Bottega Verde Crema en Gel a la Manzana Verde


Presentación

He comprado esta crema tres veces: la primera en el formato a 1€ y las otras dos en su formato normal, que es el tarrito que veis en la foto.

El formato a 1€ es un tubo de plástico con soporte sobre su base. Llama la atención porque es de color verde, a juego con el producto que lo representa, y lleva dibujada una manzana. La cantidad que contiene es de 40 ml, y es una presentación muy cómoda porque evita que te excedas al coger la crema (como puede ocurrirte cuando hay que meter los dedos en un tarrito).

El formato normal es un pequeño tarro de plástico con tapa de pestaña. Es de color verde clarito, con la tapa un poco más vistosa. El plástico es muy resistente y grueso. Me parece una presentación muy mona, tal vez no da tanta confianza como un tarro de cristal, pero esta forma y color hace que sea muy atractivo a la vista, al menos para mí. Lleva una cantidad de 50 ml, y venía en una caja verde con el dibujo de la manzana. El precio del tarro es de 21,45€, un precio normal para una crema hidratante facial, aunque si podéis comprarlo en oferta, mucho mejor (yo la última vez aproveché un descuento del 50%).


Características

Me estoy refiriendo a ella como crema en toda la opinión, pero si nos fijamos en su textura es más bien un gel. Es muy ligera y fresca, la crema más parecida a ella en este aspecto que me viene ahora a la cabeza es la Nivea AquaSensation, para que os hagáis una idea. Es una textura ligera y se absorbe enseguida. Su color es verde muy clarito, como el envase.

Su aroma corresponde realmente al de una manzana verde, ¡y me encanta! Es un aroma muy intenso a manzana, así que si este olor no os gusta, ni os acerquéis a la crema. Puede que en principio el aroma parezca algo secundario a la hora de usar una crema facial, pero Bottega Verde tiene unos aromas muy logrados en todos sus productos y eso tiene su parte buena y su parte mala: si te gusta un aroma, te encantará oler los productos que lo tienen (mi caso con esta crema, por ejemplo); pero si el aroma en cuestión no te gusta, no lo soportarás. Aquí pocas cremas huelen simplemente a hidratante, al menos por lo que yo he ido probando.

En la página web de Bottega Verde, en su apartado de tratamiento, dicen que está recomendada para pieles con tendencia a secas, pieles normales de hasta 25 años y pieles mixtas de hasta 25 años.

Los principios activos que destacan en la crema son los siguientes:

- Aguacate
Es rico en vitamina E, con propiedades antioxidantes; vitamina B6, necesaria para el buen mantenimiento de la piel, y varias proteínas. El aceite de aguacate es muy útil en cosmética para pieles secas y frágiles.

- Jojoba
El aceite de esta planta es muy conocido por sus propiedades cicatrizantes (yo lo he usado alguna que otra vez para pequeñas heridas y marcas). Además, es un gran hidratante y emoliente para las pieles más secas.

- Karité
La manteca de este árbol tiene muchísimas propiedades para la piel: cicatrizante, emoliente, antioxidante, hidratante y revitalizante. Además, es un buen protector solar y contiene nutrientes necesarios para la tonicidad y elasticidad de la piel.

- Aceite de almendras
Tiene un gran poder hidratante y emoliente, por eso se recomienda para pieles más sensibles. Aporta elasticidad a la piel y es bueno para usar después de tomar el sol.

- Miel
Contiene muchos azúcares y tiene propiedades hidratantes y antioxidantes.

- Jugo de manzana
Es muy rico en polifenoles, unas sustancias con propiedades antioxidantes. Contiene las vitaminas A, B, E, C, PP, que en esta crema cumplen una función reguladora de la queratinización de la piel, es decir, de la formación de queratina en la capa más externa de la piel. Tiene también minerales y ácidos de fruta que estimulan la renovación celular.

Como veis, todos estos componentes provienen de vegetales.


Resultados observados en PIEL SECA

La primera vez que usé esta crema fue hace años, y por aquel entonces tenía la piel más bien seca, de ahí que separe los resultados en dos partes.

Las primeras sensaciones al aplicar la crema fueron agradables: una textura ligera, fresca y que se absorbe de inmediato. Esto último es un punto a favor para las que nos maquillamos y no podemos o no queremos esperar mucho rato a que se absorba la crema para hacerlo (hay cada crema que tienes que ponértela un cuarto de hora antes del maquillaje para que la piel esté seca otra vez…).

He usado la crema mañana y noche, y los dos primeros días noté una sensación extraña. Mi piel no se acababa de sentir cómoda con la crema. No es que la notara reseca, sino que me agobiaba un poco, no sé explicarlo mejor porque tampoco es que fuera un efecto concreto de la crema. Esto me hizo pensar que tal vez una crema tan ligera no era buena para mí y que me había equivocado, pero esta sensación duró sólo un par de días. Después, todo perfecto. Menos mal que no se me ocurrió dejar de usar la crema por aquella primera impresión, porque estaba claro que lo que necesitaba era un poco más de tiempo para acostumbrarse al gel.

Y es que en cuanto mi piel se acostumbró, usar esta crema fue una delicia: deja la piel muy bien, muy hidratada, luminosa y suave. No me resecó en ningún momento, así que es cierto que es adecuada para pieles con tendencia a secas.

Si digo que me parece más adecuada para el buen tiempo es por una cuestión de gusto personal. En invierno la piel se me tiende a resecar más, y para sentir la piel más cómoda me resulta más agradable usar cremas un poco más densas, más específicas para piel seca. Repito: la crema a la manzana verde no me resecó ni me produjo ningún efecto adverso, pero en invierno mi piel se siente mejor con la crema de aloe vera o la de rosa mosqueta, ambas de Bottega Verde también, que son algo más grasas. Por eso mismo, en caso de que tengáis la piel seca, os recomiendo que esta crema de manzana la reservéis para cuando hace buen tiempo.

Eso mismo hice yo, y cuando se acercaba el calor compré la crema de nuevo.


Resultados observados en PIEL MIXTA

Desde que me cuido y utilizo cremas hidratantes, en verano me apetece usarlas con texturas más ligeras. Mi piel no se pone tan mal como en invierno, y además da bastante pereza aplicarse cremas muy densas. El pasado verano, además, observé que aparecieron brillos en algunas zonas de mi rostro: concretamente, en la nariz y la frente, en esta última nunca había tenido puntos negros y fue por eso que me asusté un poco. No fue algo pasajero que me ocurrió con una crema en concreto, y a día de hoy todavía no sé exactamente qué tipo de piel tengo. Sé que queda un poco brusco decir que en invierno mi piel es seca y en verano es mixta, pero el tipo de piel que corresponde a tener brillos en las zonas que he comentado es este, y está claro que en verano mi piel no estaba igual que en diciembre, así que prefiero separar los efectos que observé con la crema en los dos momentos en que la he usado.

Con la piel en este estado mi objetivo ya no era únicamente hidratar y evitar que se reseque, sino que una crema eficaz también tenía que controlar los brillos y evitar que esa zona se viera más grasa. Y afirmo que en mi caso la crema cumplió muy bien esta función, a pesar de no venderse como crema específica para pieles mixtas. Después de usar esta crema, los puntos negros se ven menos, más pequeñitos; la piel tiene buen aspecto y los brillos están a raya. No sé si para pieles muy grasas será tan eficaz, tal vez en estos casos es mejor buscar una hidratante más específica, pero mi experiencia con la crema de manzana sobre mi piel "mixta" fue buena.

Respecto a los efectos hidratantes, no hace falta que diga que obtuve los mismos buenos resultados que en invierno: piel suave, hidratada y luminosa (cuando digo luminosa no me refiero a grasa, ¿eh?), con la diferencia de que en verano disfruté más de la textura fresquita y ligera en gel.

Antes os he dicho que los primeros días que me apliqué esta crema notaba un poco de incomodidad en el rostro. Bien, pues si os lo he contado es porque en verano me volvió a ocurrir lo mismo. Fueron sólo dos o tres días, pero no acababa de notar la piel cómoda durante ese tiempo. No le voy a restar puntos a la crema por esto porque la piel enseguida se acostumbra y esa sensación de incomodidad se puede soportar sin problemas, pero quería comentároslo porque, en caso de que os ocurra lo mismo, no dejéis de usar la crema y os la sigáis aplicando unos días más. Puede que sea cosa de mi piel, que necesita más tiempo para adaptarse a una crema (aunque creo que es la primera vez que me ocurre esto), pero por si acaso fuera algo relacionado con algún componente o con la textura en gel creo que está bien que lo sepáis.

Algo que observé tanto en invierno como en verano, es que la crema pica un poco en los ojos si por un descuido entra en contacto con ellos. No me ha producido ninguna irritación ni nada fuerte, no os preocupéis, pero si queréis evitar una sensación un poco incómoda id con más cuidado cuando os la apliquéis.

Por cierto, el tarro de 50 ml me duró más de un mes, ahora no estoy segura pero puede que fuera un mes y medio o algo más. Así que se confirma que los tubos a 1€ realmente llevan menos cantidad que la que dicen (recuerdo que los 40 ml del tubo me duraron tres semanas). De todas formas, sigo pensando que este formato está muy bien para probar el producto.
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