Mascarilla nutritiva a la manteca de mango de Klorane
La mascarilla a la manteca de mango se vende en una sencilla caja de cartón que contiene un tarro de plástico semitransparente, con el tapón de color blanco. Este, a su vez, lleva un papel protector para asegurarnos que no se ha abierto y el producto se conserva en las condiciones idóneas. Se parece a la presentación de sus homólogas de supermercado, aunque en este caso es mucho más discreta (en Klorane miran más por el interior y la calidad que por una imagen llamativa). Contiene 150 ml (me gustaría que llevara más cantidad) y el precio, por lo que he podido comprobar después de varios años comprándola, oscila entre 18 y 25 euros según la farmacia o la parafarmacia donde la compréis. Vale la pena preguntar en unas cuantas antes de tomar la decisión, vaya (y aun así, me sigue pareciendo carísima).
En segundo lugar, la mascarilla es de color naranja, a juego con el resto de productos de la línea y con la fruta que le da nombre. Tiene una textura densa, como si fuera una manteca. Huele claramente a mango, una fragancia que perdura en el cabello una vez aclarado (ni me entusiasma ni me resulta desagradable, aunque con el tiempo me he acostumbrado a ella. El principio activo se extrae de las almendras del mango, que son ricas en ácidos grasos y aportan nutrición al cabello.Sin embargo, esta mascarilla tiene una pega importante en su composición: contiene siliconas. ¿Y qué son? Unas sustancias que hacen que tu pelo luzca más bonito pero, ojo, solo en apariencia (se pueden identificar por las terminaciones -cone, -xane y –conol, en esta mascarilla en concreto aparecen tres). Se adhieren al cabello, reducen su tacto seco, pero no lo tratan en profundidad. Tampoco hacen daño (así que si usáis champús que las lleven no os tenéis que preocupar), pero si queréis tener un pelo mucho más sano es recomendable pasarse a los productos que no las llevan, como los de Lush, por ejemplo. En la red encontraréis mucha información sobre el tema.
Volviendo a la mascarilla, como se puede deducir por las propiedades de su ingrediente estrella, está indicada para cabellos secos y estropeados. En el envase nos prometen reparar el pelo, nutrirlo en profundidad y darle fuerza para resistir mejor frente a las agresiones externas. De todos modos, al tratarse de un producto para usar una vez a la semana o cada quince días, no me parece una mala opción para cabellos normales, pues un extra de hidratación y cuidado capilar nunca está de más.Modo de aplicación
Al igual que la mayoría de mascarillas capilares, esta se aplica después de lavar el pelo y aplicarle el acondicionador correspondiente (en caso de que uséis, claro). Se extiende sobre el pelo mojado, se deja actuar durante 5 minutos y se aclara con agua. No obstante, si tenéis el pelo muy estropeado o simplemente queréis que los resultados sean mejores, envolved el cabello en una toalla y esperad 20 minutos para que haga más efecto (yo suelo dejarla unos 15). A continuación, podemos peinarnos y/o secar el pelo como de costumbre.
ResultadosYa he contado más de una vez que tengo un cabello bastante delicado (muy largo, seco, fino, con tendencia a verse opaco y sin vida), así que cuando afirmo que esta mascarilla es una verdadera maravilla no lo digo en vano. Cumple todo lo que se espera de ella y más: hidrata el cabello a fondo, le aporta mucha suavidad y hace que se vea sano y bonito, incluso más fuerte. Puede pareceros cara, pero os aseguro que los resultados compensan cada euro que cuesta: es un verdadero tratamiento para el cabello, da mil vueltas a las mascarillas de supermercado (esas que consideraba buenas hasta que descubrí Klorane…).
Uno de los temores que tengo a menudo con las mascarillas reparadoras se debe al hecho de que, a veces, con tanta nutrición acaban aplastando (y hasta alisando) el pelo. Está bien que esté suave, pero un pelo sin volumen y apagado pierde toda la gracia. Por suerte, con esta mascarilla eso no ocurre: nutre sin restar volumen al cabello, la podemos usar con total tranquilidad. Ahora mismo me viene a la cabeza la Absolut Repair de L’Oréal Professionnel (una mascarilla reparadora que se vende en peluquerías y tiendas específicas, de muy buena fama en general), que a diferencia de esta sí que me aplastó el pelo y por ello no repetí.
El único pero que le puedo poner es que no noto que dé mucho brillo y quizá podrían mejorarla en ese aspecto. Aun así, como las indicaciones principales del producto no se centran en ello, no se lo tengo muy en cuenta (las líneas específicas para dar luminosidad al cabello son las de pulpa de cidra y camomila —a propósito del tema, he usado ambas y me quedo con la segunda). Para compensarlo, podemos usarla junto al champú Sublime de Lush, que me parece de lo mejorcito para dar brillo al cabello.En definitiva, me parece una mascarilla digna de un sobresaliente. Además de ser sumamente eficaz a la hora de reparar y cuidar el cabello, no lo apelmaza y se extiende con facilidad. Si voy a dejar de usarla es solo por el tema de las siliconas, porque creo que a la larga mi pelo estará más sano con productos que no las lleven. En caso de que a vosotros no os importe, os la recomiendo encarecidamente. A los que estáis como yo, os aconsejo las mascarillas de Lush (en concreto, la H’Suan Wen Hua es una excelente alternativa a esta de manteca de mango y además sale mejor de precio).