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martes, 30 de agosto de 2011

Klorane Mascarilla a la manteca de mango

Mascarilla nutritiva a la manteca de mango de Klorane

La mascarilla a la manteca de mango se vende en una sencilla caja de cartón que contiene un tarro de plástico semitransparente, con el tapón de color blanco. Este, a su vez, lleva un papel protector para asegurarnos que no se ha abierto y el producto se conserva en las condiciones idóneas. Se parece a la presentación de sus homólogas de supermercado, aunque en este caso es mucho más discreta (en Klorane miran más por el interior y la calidad que por una imagen llamativa). Contiene 150 ml (me gustaría que llevara más cantidad) y el precio, por lo que he podido comprobar después de varios años comprándola, oscila entre 18 y 25 euros según la farmacia o la parafarmacia donde la compréis. Vale la pena preguntar en unas cuantas antes de tomar la decisión, vaya (y aun así, me sigue pareciendo carísima).

En segundo lugar, la mascarilla es de color naranja, a juego con el resto de productos de la línea y con la fruta que le da nombre. Tiene una textura densa, como si fuera una manteca. Huele claramente a mango, una fragancia que perdura en el cabello una vez aclarado (ni me entusiasma ni me resulta desagradable, aunque con el tiempo me he acostumbrado a ella. El principio activo se extrae de las almendras del mango, que son ricas en ácidos grasos y aportan nutrición al cabello.

Sin embargo, esta mascarilla tiene una pega importante en su composición: contiene siliconas. ¿Y qué son? Unas sustancias que hacen que tu pelo luzca más bonito pero, ojo, solo en apariencia (se pueden identificar por las terminaciones -cone, -xane y –conol, en esta mascarilla en concreto aparecen tres). Se adhieren al cabello, reducen su tacto seco, pero no lo tratan en profundidad. Tampoco hacen daño (así que si usáis champús que las lleven no os tenéis que preocupar), pero si queréis tener un pelo mucho más sano es recomendable pasarse a los productos que no las llevan, como los de Lush, por ejemplo. En la red encontraréis mucha información sobre el tema.

Volviendo a la mascarilla, como se puede deducir por las propiedades de su ingrediente estrella, está indicada para cabellos secos y estropeados. En el envase nos prometen reparar el pelo, nutrirlo en profundidad y darle fuerza para resistir mejor frente a las agresiones externas. De todos modos, al tratarse de un producto para usar una vez a la semana o cada quince días, no me parece una mala opción para cabellos normales, pues un extra de hidratación y cuidado capilar nunca está de más.

Modo de aplicación

Al igual que la mayoría de mascarillas capilares, esta se aplica después de lavar el pelo y aplicarle el acondicionador correspondiente (en caso de que uséis, claro). Se extiende sobre el pelo mojado, se deja actuar durante 5 minutos y se aclara con agua. No obstante, si tenéis el pelo muy estropeado o simplemente queréis que los resultados sean mejores, envolved el cabello en una toalla y esperad 20 minutos para que haga más efecto (yo suelo dejarla unos 15). A continuación, podemos peinarnos y/o secar el pelo como de costumbre.

Resultados

Ya he contado más de una vez que tengo un cabello bastante delicado (muy largo, seco, fino, con tendencia a verse opaco y sin vida), así que cuando afirmo que esta mascarilla es una verdadera maravilla no lo digo en vano. Cumple todo lo que se espera de ella y más: hidrata el cabello a fondo, le aporta mucha suavidad y hace que se vea sano y bonito, incluso más fuerte. Puede pareceros cara, pero os aseguro que los resultados compensan cada euro que cuesta: es un verdadero tratamiento para el cabello, da mil vueltas a las mascarillas de supermercado (esas que consideraba buenas hasta que descubrí Klorane…).

Uno de los temores que tengo a menudo con las mascarillas reparadoras se debe al hecho de que, a veces, con tanta nutrición acaban aplastando (y hasta alisando) el pelo. Está bien que esté suave, pero un pelo sin volumen y apagado pierde toda la gracia. Por suerte, con esta mascarilla eso no ocurre: nutre sin restar volumen al cabello, la podemos usar con total tranquilidad. Ahora mismo me viene a la cabeza la Absolut Repair de L’Oréal Professionnel (una mascarilla reparadora que se vende en peluquerías y tiendas específicas, de muy buena fama en general), que a diferencia de esta sí que me aplastó el pelo y por ello no repetí.

El único pero que le puedo poner es que no noto que dé mucho brillo y quizá podrían mejorarla en ese aspecto. Aun así, como las indicaciones principales del producto no se centran en ello, no se lo tengo muy en cuenta (las líneas específicas para dar luminosidad al cabello son las de pulpa de cidra y camomila —a propósito del tema, he usado ambas y me quedo con la segunda). Para compensarlo, podemos usarla junto al champú Sublime de Lush, que me parece de lo mejorcito para dar brillo al cabello.

En definitiva, me parece una mascarilla digna de un sobresaliente. Además de ser sumamente eficaz a la hora de reparar y cuidar el cabello, no lo apelmaza y se extiende con facilidad. Si voy a dejar de usarla es solo por el tema de las siliconas, porque creo que a la larga mi pelo estará más sano con productos que no las lleven. En caso de que a vosotros no os importe, os la recomiendo encarecidamente. A los que estáis como yo, os aconsejo las mascarillas de Lush (en concreto, la H’Suan Wen Hua es una excelente alternativa a esta de manteca de mango y además sale mejor de precio).


martes, 23 de agosto de 2011

Klorane Bálsamo a la manteca de mango

Bálsamo de manteca de mango de Klorane

Este bálsamo de manteca de mango se presenta en un sencillo tubo de plástico transparente, con soporte sobre su base. Al ser una marca de farmacia (y parafarmacia), Klorane invierte más en la calidad de sus productos y no tanto en un envase llamativo, todos sus envoltorios son de lo más básicos. Cada unidad contiene 150 ml (me gustaría que llevara más cantidad, aunque lo que hay, se aprovecha) y el precio ronda los 7 euros y pico, que puede variar un poco en función del establecimiento. Teniendo en cuenta que hace años que no uso productos capilares de supermercado y me voy a opciones más específicas (farmacia, peluquería, perfumería), este no me parece de los más caros.

Pese a llamarse «bálsamo», en realidad no deja de ser un acondicionador de los de toda la vida: es de color naranja suave, con una textura gelatinosa que se extiende muy bien por el pelo. Se usa después del champú y necesita aclarado con agua. Este en concreto está indicado para cabellos secos y sus funciones destacadas son nutrir y reparar el pelo. La manteca de mango que le da nombre se obtiene por presión en frío de almendras, cuyos ácidos grasos destacan por sus propiedades nutritivas y desenredantes, entre otras. Con tanto poder hidratante, se aconseja no aplicarlo en el cuero cabelludo, pues se corre el riesgo de engrasarlo. Su olor, como no podía ser de otro modo, es de mango puro y perdura en el cabello (a mí me parece una fragancia agradable, sin ser de mis favoritas).

La única pega que puedo ponerle al bálsamo, aquí y en los resultados, es que contiene siliconas (las identificaréis por sus terminaciones en -cone, -xane y –conol). Os recuerdo que estos ingredientes no dañan el cabello, así que al leerme no tenéis que volveros locos para comprar otros productos. Su particularidad consiste en que no reparan la fibra capilar, sino que se pegan a ella para hacerla más bonita a nuestros ojos y al tacto. La inmensa mayoría de productos capilares del mercado las contienen, de modo que si hasta ahora no os habíais preocupado por ello, no debéis descartar este bálsamo de Klorane por ese motivo. En fin, en la red encontraréis mucha información sobre el tema, listas de las marcas que las llevan y las que no, etc.

Cambiando de tercio, dentro de la misma línea de manteca de mango he usado el champú y la mascarilla. Ambos me parecen muy buenos: el primero deja el cabello limpio y suave, sin restarle volumen, mientras que la mascarilla lo repara en profundidad y supone un buen tratamiento para los cabellos más encrespados y castigados. Los dos, junto al bálsamo, merecen la pena. Los considero una gran opción para este tipo de cabellos, incluso me gustan más que los de algunas marcas más populares, como L’Oréal Professionnel o Kérastase

Resultados

El primer efecto digno de mención se aprecia antes de secar el pelo: el bálsamo ayuda muchísimo a desenredar, vamos, que no me hace falta complementarlo con un acondicionador sin aclarado. Yo siempre he llevado el cabello muy largo (y además lo tengo fino y seco, ¡todos los puntos para que se encrespe!) y sé muy bien lo que es lidiar con una melena llena de enredos, por eso valoro tanto este aspecto. Es realmente eficaz, se nota desde el primer uso.

Una vez seco, el cabello luce bien bonito: el producto lo hidrata en profundidad, le aporta toda la nutrición que necesita. Mi pelo está suave, con cuerpo, y se ve sano. Quizá podría dar más brillo, pero como no se vende como un artículo específico para eso, no puedo ponerlo como pega (si vosotros sí que buscáis luminosidad, os remito a mis opiniones del champú de camomila y la crema iluminadora de esa misma gama de Klorane, y del champú Sublime y la mascarilla Marilyn de Lush). Puedo decir que cumple todas sus promesas, que no es poco.

Con los productos para cabello seco se suele tener el temor de que engrasen o apelmacen el pelo. Y es que, en ocasiones, tanta nutrición resulta excesiva, o tal vez solo se necesita de vez en cuando, por eso procuro alternar tratamientos para este tipo de pelo con otros que tengan unas indicaciones distintas, como dar brillo o volumen. Aun así, este bálsamo de manteca de mango se puede usar varias veces a la semana con total tranquilidad: no apelmaza ni engrasa, en este sentido me deja el cabello igual que antes. Con lo que tendríais que tener más cuidado es con la mascarilla que, como es lógico, tiene un poder reparador más intenso.

Antes os he hablado del champú de la misma línea, porque en efecto los he usado juntos muchas veces. Sin embargo, el bálsamo también se puede complementar con un champú de otra índole: con el citado de camomila me va muy bien, porque uno le aporta brillo y el otro lo nutre a fondo. También forma un buen tándem con el champú de almendras de Klorane, indicado para fortalecer el pelo y darle volumen. En definitiva, aunque yo siempre cuente maravillas de la línea de mango en su conjunto, los productos de esta por separado también os darán buenos resultados.

En general, estoy muy contenta con este bálsamo, solo tengo palabras de elogio para él. He decidido dejarlo atrás y reemplazarlo por uno de Lush (en estos momentos, el Spa) porque ahora me fijo en el tema de las siliconas, pero insisto: si a vosotros os da igual, este acondicionador puede ser una opción fantástica. No he sido fiel a él durante años en vano (eso sí, reconozco que mi pelo se corresponde al cien por cien a las características que describe Klorane, en otro tipo de cabello no sé qué tal funcionaría). Y si, como yo, os fijáis en las siliconas, puedo deciros que el champú de la misma línea no lleva, así que si os pica la curiosidad podéis descubrir los beneficios de la manteca de mango con él.


martes, 1 de marzo de 2011

Lush Jungla Acondicionador


Jungla, mi primer producto capilar de Lush

Jungla se trata de un acondicionador en formato sólido que destaca por su color verde y un fuerte aroma vegetal (en la web de la firma dicen que huele de maravilla, aunque para mi gusto tienen fragancias muchísimo más agradables). Os recuerdo que su forma puede variar en función de la pastilla original y el corte que hagan en la tienda, puesto que los productos de Lush están hechos a mano y resulta difícil darles uniformidad. En mi caso, me dieron un trozo rectangular aunque enseguida se partió en dos. El precio por cada 55 gramos es de 4,30€; no recuerdo qué cantidad me dieron a mí porque tiré la etiqueta. Teniendo en cuenta que cunde mucho, no lo considero caro en absoluto.

Con respecto a su composición, debemos destacar que contiene un cinco por ciento de frutas tropicales frescas, entre ellas plátano e higos, kumgquat, furta de la pasión y aguacate. Sus propiedades aportan suavidad, brillo y proteínas para el cabello. Además, también lleva lecitina de soja, que se caracteriza por sus proteínas reparadoras. En principio está indicado para todo tipo de cabello, aunque en sus indicaciones se centran principalmente en su poder desenredante e hidratante, por lo que parece bastante adecuado para cabellos secos y rebeldes.

Usando el acondicionador

A pesar de tener un formato sólido, el tipo de pastilla no es exactamente igual a la de un jabón. El acondicionador es más suave al tacto, incluso más ligero, y no deshace del mismo modo al entrar en contacto con el agua. Usarlo no es difícil pero requiere cierta práctica: una vez nos hemos lavado el pelo y lo tenemos mojado, procedemos a frotar la pastilla por la melena y el cuero cabelludo (sí, como si estuviéramos lavando una prenda a mano). Es un poco bruto, y al principio tienes la sensación de que no estás haciendo nada porque el acondicionador no desprende la espuma típica de los jabones. Sin embargo, sí que deja una especie de rastro verde. ¿Alguna vez os habéis revolcado sobre el césped, con el consiguiente guarreo en el pelo? Pues es una sensación parecida, con el olor herbal incluido. Lo dejamos un par de minutos y aclaramos con agua. A continuación podemos usar mascarilla o cualquier producto que nos apliquemos normalmente.

Explicado así parece sencillo —y realmente dificultad no tiene—; no obstante, digamos que no me parece tan cómodo como un acondicionador o bálsamo normal. No sé si ocurre con todos los productos capilares sólidos o solamente con este, pero me da bastante rabia que cueste tanto que el acondicionador se deje ver en el cabello. Hay que insistir e insistir, si no es como si no te hubieras puesto nada. Si a esto le añadimos que el pelo me cubre toda la espalda, os podéis imaginar el rato que me tiro para pasar la pastilla por todo el cabello. No, sin duda no es el formato más adecuado para mí: no se pueden comparar los segundos que tardo en extender un acondicionador normal con toda la pericia y tiempo que requiere este. Tengo muy claro que si repito con los capilares de Lush me decantaré por texturas de toda la vida. De todos modos, una persona con el pelo más corto lo tendrá más fácil, así que si es vuestro caso no tengáis muy en cuenta lo que digo en este párrafo.

A la hora de conservarlo en las mejores condiciones, hago lo mismo que con los jabones para el cuerpo: envuelvo la pastilla en papel film y la guardo en un cajón para que no le dé la luz directamente. Alguien podría pensar que es un poco irónico que en Lush eviten usar envases de plástico para luego recomendarte envolver los artículos en este papel, pero no se puede negar que un pequeño trozo de papel transparente gasta y contamina mucho menos que el envase de un champú o un gel, así que seguimos cuidando del planeta. Se recomienda gastar el acondicionador en los doce meses siguientes a la compra del producto.

Resultados

En primer lugar, quiero destacar que nada más aclarar el pelo ya se aprecia que este está mucho más desenredado: alguna vez lo he usado con el pelo fatal, unos enredos terribles, y he sido la primera sorprendida al ver mi melena tan lisa al salir de la ducha. El peine pasa muy fácilmente, el acondicionador deja el pelo muy desenredado, no he necesitado usar productos sin aclarado para conseguir dejarlo bien ni he tenido que dar tirones para peinarlo. En este aspecto lo sitúo al mismo nivel que el bálsamo de manteca de mango de Klorane, que va de maravilla para desenredar aunque es bastante más caro que Jungla.

En segundo lugar, aunque el rastro del acondicionador en el pelo sea prácticamente imperceptible, lo cierto es que cumple con sus funciones hidratantes y nutritivas: el cabello está suave y con buen aspecto, se ve sano. Noto la diferencia con respecto a cuando he usado el champú solo porque el grado de hidratación del acondicionador es mayor y la melena está mucho más suave al tacto, además de otros efectos que ahora comentaré.

Por otro lado, he observado que mi pelo está más suelto (a pesar de su tendencia a pegarse a la cabeza, el eterno problema de los cabellos largos y finos), hasta tiene un poco más de volumen. Normalmente tarda unos cuantos días a ensuciarse porque lo tengo seco tanto en el cuero cabelludo como en lo que es la melena, pero diría que con este acondicionador aguanta más tiempo aún. Este es uno de los efectos que más me gustan del acondicionador, junto con su poder desenredante: el pelo se ve más suelto y fuerte, con lo que a simple vista también parece más sano. También le aporta brillo, aunque no tanto como los productos específicos para eso.

En general, los resultados del acondicionador son prácticamente de diez: hidrata el cabello seco sin engrasarlo, facilita el proceso de desenredar y le da más cuerpo y fuerza. No tiene nada que envidiar a los productos de Klorane, marca capilar de farmacia a la que soy fiel desde hace años. Desconozco qué tal irá en un cabello distinto al mío, pero desde luego me parece muy recomendable para personas con el cabello seco y fino, el típico pelo que tiende a volverse lacio y apagado. Con Jungla observaréis mejoras.

Ventajas y desventajas del formato sólido

Al tratarse de un acondicionador un tanto especial, he querido añadir este apartado para comentar los puntos fuertes y los inconvenientes que supone el uso de un artículo sólido para el cabello. Entre las ventajas, destaco que me parece muy útil para los viajes, puesto que ocupa poco espacio y pesa menos que una botella de acondicionador convencional. No obstante, yo no suelo viajar, así que en este aspecto no me aporta nada. En lo que sí me gusta es en el hecho de ser un formato ahorrador y pertenecer a una firma muy concienciada con los temas del medio ambiente y el respeto por los animales, con lo que nos aseguramos una composición cuidada y sin todos los ingredientes químicos de los acondicionadores de supermercado y demás.

Por el contrario, a pesar de los buenos resultados que da, no puedo pasar por alto lo pesado que se me hace aplicarlo, tardo más que con un acondicionador cremoso y sin duda es mucho más incómodo de usar (por no hablar de la sensación de no estar echándote nada hasta que le pillas el truco). Con un acondicionador normal, lo extiendes en un visto y no visto y no hay que esmerarse tanto como con la pastilla. Si os soy sincera, no creo que lo compre (ni este ni ningún producto capilar en formato sólido); por muy bueno que sea no me compensa, y también hay acondicionadores líquidos/cremosos buenos. De todos modos, mi opinión no quita que a alguien le haya podido llamar la atención esta textura, así que si os animáis a darle una oportunidad puede que vuestras impresiones no coincidan con las mías en este punto.

jueves, 10 de febrero de 2011

Anian Acondicionador Instantáneo Bifásico


Hoy voy a hablaros de un producto al que soy fiel desde hace bastantes años: el acondicionador sin aclarado de Anian.

Antes de nada, tengo que decir que desde siempre que he tenido el pelo muy largo, por la cintura, y por ello se me enreda con mucha facilidad. Para hacer lo más llevadero posible el proceso de desenredar el pelo, tengo que utilizar mascarillas y algún acondicionador que desenrede, como el de esta opinión. En verano es cuando se necesitan más este tipo de productos, porque con el cloro de la piscina, la arena de la playa y la suciedad del mar el pelo queda hecho un asco y es necesario cuidarlo, aunque tampoco está de más usarlos durante el invierno.

Antes de dar con Anian había probado varias marcas de acondicionadores de estas características, como Revlon, Monic, Herbal... La mayoría de ellos no tenían ningún efecto sobre mi pelo: no ayudaban a desenredarlo y todavía lo secaban más (y yo de por sí ya tengo el pelo seco). El único acondicionador salvable para mí de todos los que he mencionado es Revlon, aunque no me parece tan efectivo como Anian y además es más caro. Bueno, después de esta introducción, paso a hablaros del acondicionador de Anian.

Se presenta en una botella alargada, semitransparente. Contiene 500 ml de líquido, por lo que dura mucho (a mí una botella me suele durar 4 meses o más, a pesar de que lo utilizo prácticamente después de cada lavado). Hace unos años se presentaba con un tapón tipo click que dejaba salir el líquido a chorro, pero ya hace tiempo que casi todos los envases a la venta llevan vaporizador, que me parece un formato mucho más cómodo de usar y además así el producto dura más tiempo. El líquido es de color azul celeste, y el hecho de que se pueda ver a través de la botella es una ventaja porque te permite ver la cantidad que llevas gastada. También hay una versión de color amarillo indicada para cabellos teñidos.

Utilizarlo es muy sencillo: basta con presionar el vaporizador unas cuantas veces (que variarán en función de la longitud de vuestro pelo y de lo enredado que esté) sobre el pelo mojado recién lavado y a continuación peinar la melena para extender bien el acondicionador. El líquido se esparce fácilmente además huele muy bien, sin ser un aroma llamativo. No necesita aclarado y se puede compaginar perfectamente con las mascarillas y acondicionadores normales.

Sus funciones son hidratar, nutrir, dar brillo y facilitar el proceso de desenredar el cabello (a pesar de que esta función no se indica explícitamente en el envase para mí es lo mejor que tiene). En mi caso, cumple perfectamente todo lo que dice. Mi pelo se nota hidratado, brillante y desenredarlo es mucho más fácil una vez he aplicado Anian. Otro punto a su favor es que no llega a engrasar el cabello: con este acondicionador siempre me veo el pelo bien, aunque esto puede variar en función de cada tipo de pelo, claro.

El precio me parece bastante asequible: cuesta alrededor de 3,50 euros. Cuesta un poco de encontrar (yo suelo comprarlo en El Corte Inglés).

La única desventaja que le veo a este producto es que sólo se vende en formato de 500 ml y es un tamaño bastante grande para llevárnoslo de viaje. Se podría prescindir de él por aquello de no ir demasiado cargado, pero una vez te acostumbras a utilizarlo no lo puedes dejar ¡je, je!

En fin, si tenéis el pelo seco y estáis hartos/as de pasar mucho tiempo desenredándolo, os animo a probar este acondicionador. No es la marca más popular ni la más cara, pero la calidad no siempre tiene que estar asociada a las grandes firmas.

jueves, 20 de enero de 2011

Klorane Champú a la Leche de Papiro


Champú a la leche de papiro. Presentación

La filosofía de Klorane opta por utilizar envases sencillos y reciclables e invertir más en el producto en sí, que es lo que de verdad importa. Dicho esto, el champú de papiro se presenta en el mismo bote transparente que los otros de la línea, lleva una cantidad de 200 ml (también está disponible en tamaño de 400 ml, que cuesta alrededor de 14 euros) y su precio ronda los 8 euros. Se puede adquirir en farmacias y parafarmacias.

Características

Nunca he hecho hincapié en este dato porque no me parece relevante, pero veo que a muchos os sorprende y por eso esta vez le voy a dedicar unas líneas: los champús de Klorane suelen ser muy líquidos, mucho más que los de supermercado. No es ningún defecto, simplemente son así. En alguna opinión he visto que la gente pregunta si su textura es normal o les han dado un producto en mal estado, así que espero que con este comentario las dudas queden resueltas.

No obstante, no todos los champús de Klorane son iguales y casualmente hoy os hablo de uno que no es tan líquido como otros de la marca. Tampoco tiene la textura de un suavizante, pero no se desparrama por los dedos como ocurre con el de quinina, por ejemplo. No lo veo como una ventaja ni un inconveniente, mientras el producto cumpla lo demás me da igual.

Con respecto a su aroma, el champú desprende una fuerte fragancia vegetal que no me parece especialmente agradable. De todas formas, he apreciado que en los últimos usos apenas me molestaba, así que supongo que todo es cuestión de acostumbrarse. Si el champú me hubiera dejado satisfecha en los demás aspectos, os aseguro que esto no habría sido un problema de cara a comprarlo.

Dentro de su composición debemos destacar la leche de papiro, que tiene propiedades nutritivas. A modo de curiosidad, en el Antiguo Egipto era habitual el uso de extracto de papiro para conseguir unos cabellos más suaves y lisos. Los laboratorios de Klorane se han inspirado en esta tradición para elaborar un producto para las mujeres de hoy, que nos promete nutrir el pelo en profundidad y facilitar el proceso de alisado. Está indicado para cabellos secos e indisciplinados y, además del champú, tenemos disponibles el bálsamo, la mascarilla y un tratamiento de la misma gama.

Resultados

Tenemos que partir de la base de que este champú está indicado para cabellos secos e indisciplinados. De lo primero se deduce que sus componentes deberían de nutrir el pelo en profundidad y aportarle hidratación y suavidad. ¿Qué es lo que observo? Deja el pelo hidratado y nutrido, pero no está tan suave al tacto como cuando uso el champú de mango, por poner un ejemplo. Quien no conozca este otro champú probablemente se quedará satisfecho con el de papiro —que tampoco es malo, eso que quede claro— pero ya se sabe que las comparaciones son odiosas e inevitables y más cuando el champú de mango es mi favorito.

En relación con lo anterior, un día se me ocurrió no utilizar bálsamo ni mascarilla para acompañar al champú. Lo he hecho más de una vez con los productos de Klorane, ya que su calidad es tal que si algún día te da pereza usar más de un producto, el champú por sí solo consigue acondicionar el pelo. Con este de papiro noté que mi pelo estaba bien, ni graso ni reseco, pero eso sí: le faltaba esa suavidad extra, ese tacto tan agradable que proporciona la línea de productos a la manteca de mango. Soy como un disco rayado cada vez que hablo de Klorane, pero es que el champú de mango me tiene realmente fascinada. Cada año repito con él por lo menos una vez, y la mascarilla y el bálsamo de la gama los uso durante casi todo el año.

Hablemos ahora de la limpieza. El tema de la hidratación podría pasarse un poco por alto porque las características de mi pelo (muy largo, seco y fino) hacen que necesite una nutrición bastante mayor y posiblemente otras personas tendrán suficiente con lo que aporta este champú de papiro, pero el hecho de dejar limpio el cabello ya es otra cuestión. He notado que cuesta mucho de aclarar y al terminar de lavarlo quedan restos de champú en el cuero cabelludo, por lo que no proporciona una gran sensación de limpieza en esa zona. Me ocurrió lo mismo en las cuatro ocasiones en las que pude usarlo, y en cuanto cambié de champú el problema se solucionó. No es el primer producto capilar para cabello seco que tiene este problema (sin ir más lejos, me ocurrió lo mismo con el de aceite de visón de Klorane), y es una lástima porque por lo demás podría considerarlo digno de un notable. De todas formas, no debemos olvidar que cada persona es un mundo y puede que a otros no les pase lo mismo.

Antes se me ha olvidado comentar que el champú es bastante espumoso, aunque como veis eso no influye a la hora de aclarar. También estoy pensando que quizá se aclara peor porque no es tan líquido como otros de Klorane, pero esto solo es una suposición mía.

No obstante, no todo es malo: lo que más me ha gustado del champú es el hecho de que facilita el proceso de desenredar el cabello, y os lo dice una persona que tiene un pelo que cuando se pone rebelde cuesta horrores de desenredar. Incluso sin usar bálsamo ni acondicionar sin aclarado noté que el peine pasaba con más facilidad y no me costó mucho adecentar la melena. También noto el pelo brillante y con fuerza, no se ve quebradizo a pesar de lo fino que es. Pero, siempre tiene que haber un pero, el champú de mango (y en realidad casi todos los de Klorane) también facilitan considerablemente esta tarea y dejan el pelo brillante y bonito, de modo que el de papiro no me ha aportado nada nuevo.

Por último, según he leído en algunas páginas, el papiro tiene propiedades para alisar el cabello y este champú se encuentra en varias listas de productos para facilitar esta labor. Yo no puedo deciros nada porque no me he planchado el cabello en las veces que lo he usado (no hay que olvidar que lo que hacen los productos alisadores es facilitar el proceso de alisado, no alisar el pelo por sí solos —¡ojalá fuera tan fácil!—) y a simple vista lo veo igual, pero os dejo el dato por si buscáis un producto de farmacia con estas indicaciones.

martes, 7 de septiembre de 2010

Pantene Champú Repara y Protege


Siempre he tenido el cabello seco y fino, con poco volumen y sin mucho brillo. A esto hay que añadir que lo llevo bastante largo, con lo que se hace más difícil dominar el cabello y desenredarlo cuando hace falta. Cuando compro un champú, un acondicionador o una mascarilla básicamente busco dos cosas: que me aporte suavidad y nutrición para que el pelo no esté tan seco, y que me facilite el desenredado. Si además de eso da volumen y brillo, mejor, pero para mí no es lo principal. A pesar de que siempre acompaño el lavado del cabello con la aplicación de acondicionadores y mascarillas, el champú no deja de ser el producto básico para lograr tener un cabello cuidado y limpio.

El champú Repara y Protege de Pantene lo llevo usando desde hace muchos años, junto a otros productos de la misma línea. Lo voy alternando con otros champús porque no es bueno usar el mismo durante más de cuatro meses, puesto que el pelo podría acostumbrarse a él y éste dejaría de ser efectivo. Aun así, por muchos champús que voy descubriendo, de entre los que tienen un precio similar a este, ninguno me ha convencido tanto como el Repara y Protege.

Cada bote contiene 300 ml de champú, que a mí me duran mucho. El precio es de unos 3,75€, que en el caso del champú, como cunde mucho, no me parecen excesivos. Lo podéis encontrar en cualquier supermercado.

En general, la presentación es adecuada pero el diseño podría mejorar. Cuando quieran cambiar el formato y supuestamente mejorar la fórmula de sus productos, podrían dar un cambio radical en los envases también y darles un poco más de colorido.


Características

El champú Repara y Protege de Pantene es de color beige clarito tirando a blanco, bastante líquido. Hace espuma, así que con poquita cantidad en cada lavado tendréis suficiente.

El olor no sé como describirlo exactamente, no huele a nada conocido en concreto, pero es un aroma agradable, a limpio. Y lo mejor es que el aroma permanece en el pelo, aunque lógicamente pierde un poco de intensidad, tampoco podemos pretender que sea un champú milagroso en todos los aspectos.

Entre los principios activos del champú destaca el complejo de pro-vitamina B5, todo un clásico de los productos de Pantene, que nutre el cabello y evita el encrespamiento, además de hidratarlo y protegerlo de las agresiones externas, por supuesto, de ahí el nombre de este champú.

Respecto al uso del champú, se usa como cualquier champú normal. Lo podéis usar a diario sin ningún problema.


Resultados observados

Para que un champú me convenza hasta el punto de convertirse en un básico para mí durante años tiene que tener unos resultados muy buenos para mi tipo de pelo, que paso a describiros a continuación.

En primer lugar, y para mí muy importante, con este champú es mucho más fácil desenredar el cabello, incluso cuando está peor. Tengo un acondicionador sin aclarado fantástico que lo utilizo para esto, pero con el champú de Pantene prácticamente no me hace falta usarlo. Después de lavar el pelo, y antes de pasar a desenredarlo, ya se percibe que el champú ha actuado y no hay tantas "telarañas" como antes. Incluso después de días de playa (que mi pelo acaba como un estropajo, tal cual), o después de noches de fiesta en ambientes muy cargados (que hay noches que ni sérums ni productos similares sirven), incluso en estas situaciones más extremas el champú sigue siendo efectivo.

Otro efecto que he observado después de usar este champú es que el cabello queda bien hidratado y mucho más suave que antes, y se mantiene así hasta el siguiente lavado. Para un cabello seco que con frecuencia no tiene muy buen aspecto este punto también tiene un gran valor. Realmente el champú repara y nutre, no es un engaño de la publicidad como podrías pensar de antemano. El hecho de hidratar también se nota en las puntas, que permanecen cuidadas por más tiempo.

Además de la hidratación y la facilidad para desenredar el cabello, que para mí son lo más importante, otro efecto que he podido ver es que el cabello tiene algo más de brillo. No es su característica principal, y si lo que buscáis es un champú que aporte brillo os recomiendo más bien la línea Colour Expressions. Pero cuando compras este champú para reparar y proteger el cabello, el hecho de que además le aporte brillo es positivo.

No lo he dicho claramente aún, pero si os digo que mi pelo es seco y difícil de manejar, podéis suponer que se encrespa con mucha facilidad. Este champú también protege el cabello del encrespamiento, y realmente se nota que incluso los días más fríos el pelo sigue estando suave o, en cualquier caso, mucho menos encrespado que con otros champús que conozco.

Por último, quiero añadir también que después de usar este champú el cabello huele muy bien, no es uno de esos champús que huelen bien en el bote pero en el pelo ni se notan.

El único fallo que podría encontrarle al champú si me pongo a pensar es que no aporta mucho volumen, pero dado que no es una de sus características principales no me importa mucho. Si lo comparamos con los de farmacia, claro, no te aporta el cuerpo y la fuerza de éstos, pero por el precio que tiene creo que todos los resultados buenos que ofrece este champú de Pantene son más que suficientes para considerarlo un champú excelente dentro de los de supermercado. Así es como lo veo yo, es mi preferido sin lugar a dudas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Klorane Champú al Aceite de Visón


Durante el pasado otoño, cuando acabé el champú anticaída recomendado para esa época, decidí cuidar más mi melena y dejar de usar tantos champús de supermercado en beneficio de los de farmacia. Desde entonces he usado unos cuantos diferentes, y hoy os hablaré de uno de ellos. Se trata del champú tratante nutritivo al aceite de visón de Klorane, que está recomendado para cabellos secos.

Características

El champú tiene una textura muy líquida, demasiado para mi gusto, porque a veces con sólo poner el champú en la mano se pierde un poco. Su color es beige clarito y parece un poco brillante. Hace un par de meses que terminé el segundo bote, y si os soy sincera, no recuerdo su aroma. Eso sí, no olía mal, de lo contrario seguro que me acordaría.

El componente destacado del champú no es otro que el aceite de visón, que es rico en ácidos grasos esenciales y penetra en el cabello para dejarlo completamente nutrido y suave.

Está destinado para cabellos secos y quebradizos, y se puede usar de forma habitual. También tenéis un bálsamo (que viene a ser lo mismo que un acondicionador o un suavizante en términos más comunes) de la misma gama. Yo he usado ambos, porque al tener el pelo seco siempre necesito cuidados extra cuando me lo lavo. En próximas opiniones os hablaré también del bálsamo.

Lo tenéis disponible en dos tamaños: 200 ml (por unos 8€) y 400 ml (por unos 14€).


Efectos

En primer lugar, quiero hablaros un poco de mi tipo de pelo, es importante saber qué es lo que vamos a tratar porque cada persona necesita un tipo de champú distinto y al contar nuestra experiencia está bien explicar cuales son nuestras características naturales. Yo tengo el pelo seco y fino, con poco volumen, y además lo llevo largo, por lo que es normal que se vea quebradizo y encrespado con facilidad si no uso los tratamientos adecuados. Normalmente la característica que más valoro en un champú es que me deje el cabello nutrido y suave, pues combatir la sequedad me parece prioritario a preocuparme del volumen y el brillo.

En el momento en que empecé a usar el champú llevaba una temporada con el pelo muy bien, todo hay que decirlo. Acababa de usar el champú al extracto de mango, también de Klorane, que está indicado para cabellos secos y estropeados y me fue de maravilla. Si dejé de usarlo fue porque sé que no es bueno usar el mismo champú durante demasiado tiempo, porque al final el cabello se acostumbra a él y éste puede acabar realizando el efecto contrario. Así que antes que arriesgarme a que el pelo empeorara, preferí cambiar, y me decanté por el de aceite de visón, que también está recomendado para cabellos secos, en este caso, quebradizos.

Mi primera impresión del champú después del primer lavado no fue muy buena, me lo notaba más seco y me costó mucho desenredarlo, me lo vi tan mal que hasta me planteé tirar el champú a pesar de lo que me había costado. Pero ya se sabe que hay que ser constante, y en este caso no me hizo falta esperar mucho para ver efectos, pues al segundo lavado ya quedé encantada (a saber, tal vez el primer día tenía el pelo mucho más enredado de antes, o había estado en ambientes muy cargados, sinceramente no me acuerdo, el caso es que después de varios meses usándolo no le doy importancia a esa primera impresión, porque no tiene nada que ver con lo que vi luego).

El champú realmente nutre el pelo. No sé qué tendrá el aceite de visón, pero lo deja muy bien. El cabello se me veía suave y sano. Además de la nutrición, el champú también cumple su otra promesa: el cabello se vuelve más fuerte y no es tan quebradizo como antes, y eso que lo usé en la época negra para esto, en invierno, si no me equivoco empecé a usarlo a finales de enero-principios de febrero. La verdad es que no se me veía nada frágil a pesar de que seguía siendo tan fino como siempre.

Además, tal y como me ocurre con todos los champús de farmacia que he probado hasta el momento, este champú al aceite de visón le aporta mucho cuerpo al cabello. Ahí es donde noto más la diferencia con los champús de supermercado. Un champú de súper te puede suavizar y desenredar muy bien, pero acumula una cantidad de sustancias malas que no vemos y que sólo las percibimos cuando empezamos a usar productos más buenos y notamos la diferencia. A mí siempre me parecía que con algunos champús de Pantene y Elvive el pelo me quedaba muy bien, pero cuando empecé a usar Klorane y demás vi lo que es realmente bueno, con todos los pros y los contras que ello implica, porque el bolsillo lo nota. En fin, lo que decía, que el pelo gana en cuerpo y volumen, cuida más las puntas, y en general se ve mucho más sano.

Hasta ahí todo bien. Pero nos olvidamos de lo básico en un champú: la limpieza. Con el primer bote fue todo perfecto, el pelo me quedaba limpio, además de todo lo que os he comentado, y por eso repetí, todavía no llevaba mucho tiempo usando este champú. Ahora viene lo malo. Cito textualmente lo que se dice en la caja sobre el aceite de visón: "el aceite de visón, célebre por su elevado poder penetrante en el cabello…". Y tanto que penetra en el cabello, pero en el cuero cabelludo no sé si llega a penetrar del todo, porque cuando usé el segundo bote no había día que me quedara limpio del todo.

El cabello sí que se veía muy bien, pero en la cabeza nada más secarse el pelo enseguida notaba que no me había quedado bien. No es que sea un champú con el que me aparezca grasa antes, no, es que desde el primer momento no tengo esa sensación de limpieza en el cuero cabelludo que sí noto con muchos otros champús. Este champú al aceite de visón cuesta muchísimo de eliminar del todo.

Como os decía, al principio me había ido muy bien, incluida la limpieza, y por eso llegué a pensar que tal vez el problema lo tenía yo, y por eso algún día probé a usar otro champú diferente para ver si me pasaba lo mismo. Con ese otro champú el pelo y el cuero cabelludo me quedaron limpísimos, y así pude comprobar que el fallo lo tenía el de aceite de visón.

Tal vez penséis que llevaba demasiado tiempo usando el champú, pero sinceramente no creo que sea por eso, y en cualquier caso, menudo chasco que un champú empiece a fallar cuando llevas apenas unos tres meses usándolo, creo que todavía es poco tiempo, por lo menos con otros champús sí que lo es.

lunes, 19 de abril de 2010

Klorane Champú Nutritivo a la Manteca de Mango




Presentación

Todos los champús de Klorane se presentan en una sencilla caja de color blanco, en la que se indica la gama del producto y los datos correspondientes. En el interior de la caja nos encontramos con el envase del champú, una botella de plástico transparente y tapón de click, muy normalita. La presentación de los productos de Klorane siempre es muy discreta, no tiene nada que ver con el colorido de muchas marcas de supermercado. Aun así, me gusta la sencillez de sus envases, sobre todo me gusta que el plástico sea transparente y permita ver el color del producto y la cantidad que queda.

El champú de mango se puede comprar en farmacias y parafarmacias y está disponible en dos tamaños: el pequeño de 200 ml, o el grande de 400 ml. Yo siempre he tenido el pequeño, que cunde bastante para la cantidad que trae, y puedo deciros que cuesta unos 8 euros, quizá unos céntimos menos. El envase grande, en proporción, sale más barato, aunque ahora mismo no recuerdo su precio exacto. Los champús de Klorane son caros, muy caros, pero a mí me compensa comprarlos porque me dejan el pelo mucho mejor que todos los champús más baratos que he usado. Con otros productos suelo tirar por lo económico, pero el pelo es lo único en lo que me permito mimarme más. Me importa mucho tenerlo bonito.

Dentro de la misma línea podéis encontrar el bálsamo nutritivo desenredante (es lo equivalente a un acondicionador), el tratamiento sublimador sin aclarado y la mascarilla de reparación intensa. Yo uso el bálsamo y la mascarilla junto con el champú, y puedo deciros que ambos son buenísimos.


Características

El champú es de color anaranjado, a juego con la fruta que le da nombre, y tiene un aroma a mango muy agradable. Es curioso, porque en condiciones normales los olores de frutas exóticas no suelen gustarme, pero el de aquí en particular huele muy bien. En el pelo se sigue notando este aroma, pero de manera mucho más suave, como es lógico.

La textura es bastante espesa, es de aquellos champús que si te excedes con la cantidad se desparraman por la palma de la mano. Resulta muy fácil repartirlo por el cabello y el envase de 200 ml cunde mucho.

Entre sus ingredientes, destaca la manteca de mango, que se extrae de la semilla de esta fruta, muy rica en ácidos grasos esenciales. Según nos cuentan, esta manteca nutre y reestructura en profundidad y de forma duradera la fibra capilar, y cierra las escamas de la cutícula para el cabello sea más resistente a las agresiones externas.

En la caja también nos indican que es un producto hipoalergénico, es decir, elaborado para minimizar los riesgos de reacciones alérgicas. Que yo recuerde, nunca he tenido problemas de este tipo con un champú, pero es un dato que nunca está de más.


Resultados

El champú es muy bueno, cumple todas sus promesas. Hidrata y nutre el cabello en profundidad, dejándolo suave al tacto y muy bonito a la vista. En todo el tiempo que lo he usado nunca he notado el pelo seco ni quebradizo, más bien todo lo contrario: está nutrido y fuerte, realmente se ve muy bien. Es el mejor champú que he probado (y lo mismo vale para los otros productos de la línea).

Las épocas en las que lo he usado apenas he tenido dificultades para desenredarlo después de ducharme. Mientras lo aclaro con agua ya noto que está mucho más liso, sin enredos. Siempre valoro que los productos capilares me ayuden a desenredar el cabello, porque hace años llegué a tener serias dificultades para pasarme el peine tras lavarlo.

El inconveniente que suelen tener los champús para cabello seco es que cuestan de aclarar y no dejan el pelo tan limpio como otros. Con este champú de mango no tengo ningún problema: se aclara muy bien, no quedan restos de champú en el cuero cabelludo y la sensación que tengo al salir de la ducha es que mi pelo está muy limpio. Hace tiempo usé un champú de Klorane que también está indicado para pelo seco (el champú al extracto de visón). En los aspectos nutritivos me iba muy bien, pero precisamente iba mal a la hora de aclarar, porque no me dejaba el cabello limpio del todo. Este de mango lo supera con creces, para mí es el champú ideal, no me canso de repetirlo.

En cuanto a otros aspectos, he notado que da más volumen que otros champús indicados para este tipo de pelo. No es su baza principal, pero algo se nota. En cambio, hace unos meses probé uno de otra marca que reparaba el pelo a la perfección pero lo dejaba totalmente aplastado en la parte de la cabeza, un efecto que no me gusta nada. Supongo que la naturaleza de mi pelo también influye bastante para que ocurra eso, pero se agradece que haya champús mejores.

Con el brillo ocurre algo parecido al volumen. Este champú de mango no proporciona tanto brillo como los productos específicos para darlo, pero un poco más de brillo sí que da, algo que nunca está de más. En fin, que este champú lo tiene todo para mí: cumple a la perfección lo que más necesito (hidratación y nutrición), limpia muy bien el cabello, éste se ve sano, y además da un poco de brillo y volumen, dejándolo estupendo. ¿Se puede pedir más?

No quiero olvidarme de comentar que el champú no me ha causado ningún problema. No he sufrido irritación, reacciones alérgicas, picores ni nada parecido. Tampoco me ha engrasado el pelo, de hecho puedo aguantar unos días sin lavármelo, pero es que es muy difícil que un champú llegue a engrasarme el cabello. Si vosotras no tenéis el cabello seco, no os lo recomiendo porque quizá sí que lo notaríais más graso.

En conclusión, lo recomiendo al 100% para cabellos secos.

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